Isaac Assimov, escritor y doctor en Ciencias por la universidad de Columbia, escribió varios libros entre ellos Bodegas de acero (The Caves of Steel) cuya primera publicación fué en 1953, 1954. En este libro se habla del futuro y la relación hombre/robot, la integración de los sistema automatizados y con inteligencia artificial que permite superar la evolución de la especie humana y la sostenibilidad del planeta tierra.
Leyendo sus libros vemos que no estamos tan lejos de la necesidad de controlar la evolución de la población, su sostenibilidad y la subsistencia del futuro del ser humano, asi como la integración hombre-maquina (C/Fe) con tal de que evolucione nuestra especie.
En el año 1953 se publicaba este primer libro de la saga del robot R.Daneel Olivaw, en este año el planeta no tenía una sobrepoblación, ni tampoco teniamos falta de fuentes energéticas, recursos minerales o vegetales, y un exceso de consumo de energías fósiles, como ocurre a día de hoy y la influencia palpable del cambio climático.
En el año 1953 la población mundial no llegaba a los 3.000 millones de seres humanos, ahora en el 2009 ya estamos por encima de los 6.000 millones.
En un apartado del libro donde el Doctor Fastolfe (D.F. un Espacial que es un ser humano que vive en otro planeta), habla con el detective Elijah Baley (E.B. ser humano que vive y trabaja en un caso de asesinato de un Espacial en la superpoblada ciudad de Nueva York), en presencia del robot R.Daneel (R.D. de perfecto y extraordinario parecido humano); se establece la siguiente conversación:
D.F. ¿Está usted satisfecho con la vida en la Tierra?.
E.B. Nos las arreglamos.
D.F. Sí, pero, ¿durante cuanto tiempo más? Su población crece continuamente; las calorias disponibles alcanzan a cubrir las necesidades sólo como resultado del esfuerzo cada vez mayor. La Tierra es un callejón si salida, hombre.
E.B. Nos las arreglamos.-repitió tozudamente-
D.F. Apenas. Una Ciudad como Nueva York debe dedicar todo su esfuerzos a hacer que el agua entre y los desperdicios salgan. Las centrales nucleares siguen en marcha con un uranio cada vez mas difícil de obtener incluso de los otros planetas del sistema, y la cantidad necesaria sigue subiendo constantemente. La vida en la Ciudad depende a cada momento de la llegada de pulpa de madera para las cubas de levadura y de minerales para las plantas hidropónicas. El aire debe salir y entrar continuamente. El equilibrio es muy delicado en cien sentidos diferentes, y cada año se vuelve más delicado. ¿Qué le sucedería a Nueva York si el tremendo flujo de entradas y salidas se interrumpiera siquiera durante una sola hora?.
E.B. Nunca a sucedido.
D.F. Lo que no garantiza nada para el futuro En los tiempos primitivos, los centros individuales de población eran prácticamente autosostenibles, alimentándose del producto de las granjas adyacentes. Nada salvó un desastre inmediato, una inundación o una peste o una mala cosecha, podía dañarlos. Al crecer estos centros y mejorar la tecnología, los desastres localizados podian superarse acudiendo a la ayuda de centros distantes, pero al coste de hacer que áreas aún mayores fueran interdependientes. En tiempos medievales, las ciudades abiertas, incluso las mayores, podían subsistir con los depósitos de alimentos y con provisiones de emergencia de todo tipo durante al menos una semana. Cuando Nueva York se convirtió en Ciudad, podría haberse mantenido a sí misma durante un dia. Ahora no puede hacerlo ni durante una hora. Un desastre que podría ser incomodo hace diez mil años, meramente seguro hace mil, y grave hace cien, hoy sería mortal de necesidad.
Esta conversación se puede dar hoy en día y pensar que ocurre, si hoy cualquier ciudad importante y poblada del planeta se encontrara un dia sin agua, o suministro de alimentos, medicamentos y otros servicios o necesidades básicas (energía, retirada de residuos,..), se podría encontrar en una situación grave. Tenemos la necesidad de mejorar en todos estos aspectos, automatizar y controlar nuestros sistemas de abastecimiento y de los aspectos sostenibles, tanto en lo que producimos como en lo que generamos en nuestro consumo y en el uso de los recursos que dispone la tierra, pues todavía no hemos alcanzado a colonizar otros planetas dentro o fuera del sistema solar, y aprovechar sus recursos.
Estos libros de Isaac Asimov, independientemente de ser unas novelas de ciencia ficción, nos dan una posibilidad de reflexión sobre la sostenibilidad del planeta y el cambio climático actual.
Leyendo sus libros vemos que no estamos tan lejos de la necesidad de controlar la evolución de la población, su sostenibilidad y la subsistencia del futuro del ser humano, asi como la integración hombre-maquina (C/Fe) con tal de que evolucione nuestra especie.
En el año 1953 se publicaba este primer libro de la saga del robot R.Daneel Olivaw, en este año el planeta no tenía una sobrepoblación, ni tampoco teniamos falta de fuentes energéticas, recursos minerales o vegetales, y un exceso de consumo de energías fósiles, como ocurre a día de hoy y la influencia palpable del cambio climático.
En el año 1953 la población mundial no llegaba a los 3.000 millones de seres humanos, ahora en el 2009 ya estamos por encima de los 6.000 millones.
En un apartado del libro donde el Doctor Fastolfe (D.F. un Espacial que es un ser humano que vive en otro planeta), habla con el detective Elijah Baley (E.B. ser humano que vive y trabaja en un caso de asesinato de un Espacial en la superpoblada ciudad de Nueva York), en presencia del robot R.Daneel (R.D. de perfecto y extraordinario parecido humano); se establece la siguiente conversación:
D.F. ¿Está usted satisfecho con la vida en la Tierra?.
E.B. Nos las arreglamos.
D.F. Sí, pero, ¿durante cuanto tiempo más? Su población crece continuamente; las calorias disponibles alcanzan a cubrir las necesidades sólo como resultado del esfuerzo cada vez mayor. La Tierra es un callejón si salida, hombre.
E.B. Nos las arreglamos.-repitió tozudamente-
D.F. Apenas. Una Ciudad como Nueva York debe dedicar todo su esfuerzos a hacer que el agua entre y los desperdicios salgan. Las centrales nucleares siguen en marcha con un uranio cada vez mas difícil de obtener incluso de los otros planetas del sistema, y la cantidad necesaria sigue subiendo constantemente. La vida en la Ciudad depende a cada momento de la llegada de pulpa de madera para las cubas de levadura y de minerales para las plantas hidropónicas. El aire debe salir y entrar continuamente. El equilibrio es muy delicado en cien sentidos diferentes, y cada año se vuelve más delicado. ¿Qué le sucedería a Nueva York si el tremendo flujo de entradas y salidas se interrumpiera siquiera durante una sola hora?.
E.B. Nunca a sucedido.
D.F. Lo que no garantiza nada para el futuro En los tiempos primitivos, los centros individuales de población eran prácticamente autosostenibles, alimentándose del producto de las granjas adyacentes. Nada salvó un desastre inmediato, una inundación o una peste o una mala cosecha, podía dañarlos. Al crecer estos centros y mejorar la tecnología, los desastres localizados podian superarse acudiendo a la ayuda de centros distantes, pero al coste de hacer que áreas aún mayores fueran interdependientes. En tiempos medievales, las ciudades abiertas, incluso las mayores, podían subsistir con los depósitos de alimentos y con provisiones de emergencia de todo tipo durante al menos una semana. Cuando Nueva York se convirtió en Ciudad, podría haberse mantenido a sí misma durante un dia. Ahora no puede hacerlo ni durante una hora. Un desastre que podría ser incomodo hace diez mil años, meramente seguro hace mil, y grave hace cien, hoy sería mortal de necesidad.
Esta conversación se puede dar hoy en día y pensar que ocurre, si hoy cualquier ciudad importante y poblada del planeta se encontrara un dia sin agua, o suministro de alimentos, medicamentos y otros servicios o necesidades básicas (energía, retirada de residuos,..), se podría encontrar en una situación grave. Tenemos la necesidad de mejorar en todos estos aspectos, automatizar y controlar nuestros sistemas de abastecimiento y de los aspectos sostenibles, tanto en lo que producimos como en lo que generamos en nuestro consumo y en el uso de los recursos que dispone la tierra, pues todavía no hemos alcanzado a colonizar otros planetas dentro o fuera del sistema solar, y aprovechar sus recursos.
Estos libros de Isaac Asimov, independientemente de ser unas novelas de ciencia ficción, nos dan una posibilidad de reflexión sobre la sostenibilidad del planeta y el cambio climático actual.